Cómo Empezó Todo
En 2012, cuando los mercados europeos aún se tambaleaban por la crisis financiera, decidí que algo tenía que cambiar. Había visto demasiados inversores perdiendo dinero por falta de información clara y análisis accesible.
Empecé gavirmoraharia desde mi pequeña oficina en Murcia, con la idea simple de que el análisis financiero no debería ser un misterio reservado solo para grandes instituciones. Cada cliente merecía entender realmente dónde ponía su dinero.
Lo que comenzó como consultoría individual para algunos conocidos se convirtió en algo mucho mayor. Hoy trabajamos con inversores desde principiantes hasta experimentados, siempre manteniendo esa filosofía original: transparencia total y explicaciones que cualquier persona pueda entender.